Hoy trataremos de entender mejor cuál es para el apóstol el corazón de esta libertad. Cuál es el centro de esto. Pablo afirma que libertad está lejos de ser «un pretexto para la carne» (Gal 5,13): la libertad no es un vivir libertino, según la carne o según el instinto, los deseos individuales o los propios impulsos egoístas; al contrario, la libertad de Jesús nos conduce a estar – escribe el apóstol – «al servicio los unos de los otros» (ibid.). Pero ¿eso es esclavitud? Sí, la libertad en Cristo tiene alguna dimensión de esclavitud, alguna dimensión de esclavitud, que nos lleva al servicio, a vivir para los otros.
La verdadera libertad, en otras palabras, se expresa plenamente en la caridad. Una vez más nos encontramos delante de la paradoja del Evangelio: somos libres en el servir, no en hacer lo que nosotros queremos, somos libres en el servir, y allí viene la libertad; nos encontramos plenamente en la medida en la que nos donamos, nos encontramos plenamente en la medida en la que nos donamos, tenemos la valentía de donarnos; poseemos la vida si la perdemos (cfr Mc 8,35). Esto es Evangelio puro.
¿Pero cómo se explica esta paradoja? Porque es una paradoja. La respuesta del apóstol es tan sencilla como comprometedora: «mediante el amor» (Gal 5,13). No hay libertad sin amor, la libertad egoísta de hacer lo que quiero, no es libertad, porque vuelve sobre sí, no es fecunda. Menante el amor, es el amor de Cristo que nos ha liberado y aún es el amor que nos libera de la peor esclavitud, la del nuestro yo; por eso la libertad crece con el amor. Pero atención: no con el amor intimístico, con el amor de telenovela, no con la pasión que busca simplemente lo que nos apetece y nos gusta, no con eso, sino con el amor que vemos en Cristo, la caridad: este es el amor verdaderamente libre y liberador. Es el amor que brilla en el servicio gratuito, modelado sobre el de Jesús, que lava los pies a sus discípulos y dice: «Porque les he dado ejemplo, para que también ustedes hagan como yo he hecho con ustedes» (Jn 13,15). Servir los unos a los otros.