Cáritas Habana cumple diez años de labor social y misionera

Recordando que Cáritas no es una organización caritativa más, el Cardenal Jaime Ortega, Arzobispo de La Habana, destacó el décimo aniversario de esta institución en su arquidiócesis y explicó que la misión de la Iglesia se debe distinguir por su actitud de fe.

Durante la Misa celebrada en el Convento de la Inmaculada, el Purpurado señaló que de esta actitud de fe nace la disposición de la Iglesia de servir a los hombres.

“Desde una relación muy personal con Dios y con apertura total hacia toda la comunidad humana, es que la Iglesia sustenta su obra misionera y brinda su aporte a los necesitados”, afirmó el Card. Ortega y añadió que ello “se resume en misión, servicio, espiritualidad eclesial y amor solidario”.

Tras recordar que la Iglesia no selecciona a quienes va a servir, sino que es el Señor quien presenta a los más desvalidos, el Purpurado recordó que toda actividad eclesial necesita de la oración para salir adelante. Indicó que para ello es necesario escuchar lo que Dios quiere de nosotros y el doblegar nuestra voluntad ante Él.

El diácono Lionel Pérez, presidente de Cáritas Habana, explicó que la primera Cáritas parroquial apareció el 12 de diciembre de 1990 en la parroquia San Martín de Porres.

Sin embargo, recién en 1994 esta experiencia se extiende a otras parroquias, por ello se toma ese año como su fecha de inicio en la capital cubana.

En su homilía, el Arzobispo de La Habana recordó que en una ocasión, cuando un huracán pasó por Matanzas, el entonces Obispo de la diócesis, Mons. Mariano Vivanco, ya fallecido, expresó la importancia de recibir ayuda del extranjero, pero resaltó que más significativo era el apoyo recibido dentro del país porque se ponía de manifiesto la solidaridad cristiana que debe distinguir la caridad en la Iglesia.