Cardenal rechaza ataque durante evento en homenaje a líder judío

El presidente de la Conferencia Episcopal Italiana condenó el antisemitismo luego de que un evento virtual en memoria del fallecido líder judío Amos Luzzatto fuera interrumpido por imágenes y lemas de odio contra la comunidad hebrea.

"Al condenar firmemente este nuevo acto de odio, la Iglesia que está en Italia reitera la necesidad de trabajar juntos –con todas las confesiones cristianas y los creyentes de otras religiones– para favorecer una cultura del encuentro y de la amistad", escribió el Cardenal Gualtiero Bassetti en una carta fechada el 10 de febrero, luego del ataque virtual.

El incidente ocurrió durante el homenaje a Luzzatto, ensayista italiano y expresidente de la Comunidad Judía de Venecia, fallecido en septiembre a los 92 años.

En el evento del 7 de febrero, el video fue hackeado y se mostró lemas antisemitas, fotos de Hitler, así como imágenes pornográficas y blasfemas, lo que obligó a que los organizadores concluyeran el homenaje rápidamente. La policía italiana de ciberdelitos ya investiga los hechos.

"La Conferencia Episcopal Italiana expresar su solidaridad y cercanía a las comunidades judías italianas", indicó el Cardenal en su carta.

Antonella Bullo Morandini, que lidera la Secretaría de Actividades Ecuménicas de Venecia, dijo a la cadena RAI que el ataque "tiene que ver con una forma de violencia que es muy dañina para nosotros, pero que también nos compromete más porque tenemos que superarlo e ir más allá de estas formas de violencia verdaderamente tristes".

Sobre Luzzato, Antonella Bullo dijo que "la forma de diálogo que alcanzó fue completada en el diálogo entre judíos, cristianos y musulmanes, y fue un compromiso para hacer frente a cualquier surgimiento de antisemitismo, racismo e islamofobia, que aparecen cada vez más fuertes e insidiosas".

En su carta, el Cardenal Bassetti indicó que el Papa Francisco "nos alienta a limpiar el suelo del odio sembrando paz" para ayudar a que "el mundo sea un mejor lugar respetando la dignidad humana, una dignidad que le pertenece a todos en igual medida, sin considerar su origen, religión o estatus social".

El Cardenal también escribió que "como pastores estamos convencidos de que, a una clara intolerancia que genera formas de racismo y desprecio, es necesario responder con una acción de formación, conocimiento recíproco y diálogo, conscientes de que este es el único camino para construir una sociedad más justa y solidaria".

"Nuestro esfuerzo se convierte en desafío y oportunidad para este tiempo", concluyó.