La cena católica anual de recaudación de fondos Alfred E. Smith, en la que participaron los dos candidatos a la presidencia de Estados Unidos, fue ocasión de una entretenida noche, en la que se recordó la batalla de la Iglesia Católica para defender su libertad religiosa contra el mandato abortivo federal del gobierno de Barack Obama.

El Arzobispo de Nueva York, Cardenal Timothy Dolan, dijo que Al Smith, antiguo gobernador de esa ciudad y a nombre de quien se realiza la cena de caridad, creía que el gobierno debería ayudar a los necesitados, "asociándose con la familia, la Iglesia, la parroquia, el vecindario, organizaciones y la comunidad, nunca entrometiéndose ni oponiéndose".

Los candidatos Barack Obama, actual presidente y candidato a la reelección por el Partido Demócrata, y Mitt Romney, quien postula por el Partido Republicano, asistieron al evento, realizado el 18 de octubre en el Hotel Waldorf-Astoria de Nueva York.

Mitt Romney, el primero en tener uso de la palabra durante la cena, indicó que Obama, quien planea subir los impuestos a los más adinerados para así poder financiar sus programas públicos, tenía que preguntarse esa noche ante los asistentes qué era lo que estaban pensando.

"Te tienes que preguntar qué está pensando. Tan poco tiempo, tanto que redistribuir", dijo.

A su turno, Obama bromeó sobre la fortuna del candidato republicano, diciendo que "fui de compra a algunas tiendas en Midtown. Creo que el gobernador Romney fue a comprar algunas tiendas en Midtown".

La cena, una de los eventos más destacados en Nueva York, logró recaudar cinco millones de dólares, que serán destinados a organizaciones benéficas.

Los dos candidatos presidenciales se sentaron en la misma mesa, separados sólo por el Cardenal Timothy Dolan, y bromearon repetidamente, incluso uno del otro.

El Cardenal Dolan concluyó la velada, con indicaciones que comenzaron como bromas, pero luego se tornaron reflexivas sobre la naturaleza e importancia de la libertad religiosa.

La cena anual, indicó, "muestra a los Estados Unidos que la Iglesia Católica en su mejor momento", uniendo a la gente de diversos credos, niveles económicos y puntos de vista políticos, en una "atmósfera de civilidad y humor".

A pesar de las diferencias, subrayó, quienes se reunieron están agradecidos de ser "personas de fe y leales americanos, que aman un país que considera la libertad religiosa nuestra primera y más valorada libertad, convencidos de que esa fe no está sólo limitada a una hora de adoración del Sabbath, sino que afecta todo lo que hacemos y lo que nos atrevemos a soñar".

El Cardenal Dolan concluyó la noche refiriéndose a los "desempleados, desasegurados, los no queridos, las madres solteras, los inocentes, frágiles, bebés no nacidos en el vientre de sus madres, los indocumentados, los que no tienen vivienda, plan de seguro, alimento y quienes carecen de educación".

El Arzobispo de Nueva York recordó que la convicción de Al Smith es que el gobierno "debe estar del lado de estos necesitados", cooperando con las entidades privadas y grupos religiosos", "ya que, cuando todo está dicho y hecho, es en Dios en quien confiamos, no al final en el gobierno o los políticos".