El nuevo Arzobispo de Buenos Aires (Argentina), Mons. Mario Poli presidió hoy su Misa de instalación en la Catedral de la ciudad, frente a miles de fieles congregados en la Plaza de Mayo, en la capital de Argentina.

La sede de Buenos Aires quedó vacante tras la elección de su Arzobispo, el ex Cardenal Jorge Mario Bergoglio, como Sumo Pontífice de la Iglesia Católica, el pasado 13 de marzo.

La multitudinaria celebración, que se vivió en un ambiente de fiesta, comenzó al interior de la Catedral de Buenos Aires, donde Mons. Poli fue recibido por Obispos, sacerdotes, diáconos y seminaristas de la arquidiócesis. Mons. Joaquín Sucunza, vicario general, le presentó el crucifijo, el cual el Prelado besó.

El nuevo Arzobispo de Buenos Aires recibió la llave de la Catedral y visitó el Santísimo Sacramento en su interior, para luego iniciar la procesión hacia el frontis del templo, donde se celebró la Eucaristía.

El Nuncio Apostólico en Argentina, Mons. Emil Paul Tscherrig, pidió a Mons. Poli, en su mensaje inicial, que "enseñe y cuide al pueblo de Dios, mostrándose como ejemplo de caridad y del sumo y eterno pastor de nuestras almas".

Mons. Tscherrig también saludó a Mons. Poli en representación del Papa Francisco, quien "nos acompaña desde Roma".

Instantes después, el Nuncio Apostólico entregó al canciller de la curia arquidiocesana, Mons. Fernando Risotto, la bula en la que el Papa Francisco autoriza a Mons. Poli a "tomar posesión de esta sede arzobispal de Buenos Aires".

El momento culmen llegó cuando el nuevo Arzobispo de Buenos Aires se sentó, en medio del repique de campanas, en la "cátedra arzobispal", el sillón desde el que preside las celebraciones el Arzobispo, que por única vez se trasladó desde el interior de la Catedral bonaerense hasta el altar levantado frente a la Plaza de Mayo.

A su turno, Mons. Sucunza transmitió a Mons. Poli el saludo de los Obispos, sacerdotes, laicos y "con especial énfasis" de los enfermos, de quienes sufren y de quienes están detenidos en las cárceles, y que ofrecieron sus oraciones y sufrimientos por el ministerio del nuevo Arzobispo de Buenos Aires.

Mons. Poli también recibió la expresión de comunión final de los sacerdotes Emilio Riamonde y Mariano Rodríguez, los religiosos Emilio Andrada y Eduardo Rozas, las religiosas Leonor y Cecilia, la consagrada Karina Ledesma, los laicos Javier Castello, Ramona Mantilla y César Mele, los jóvenes Tomás Persino y Rocío Santa Cruz, y los niños Tomás Koch y Julieta Calebibich.

A la ceremonia también asistió el vicepresidente de Argentina, Amado Boudou, en representación de la presidenta Cristina Fernández, junto al jefe del gabinete ministerial, Juan Manuel Abal Medina, los ministros del Interior, Desarrollo Social, el secretario de Culto y el presidente de la Cámara de Diputados, entre otros.

También partició en la Misa de instalación del Arzobispo de Buenos Aires el jefe del gobierno de la ciudad, Mauricio Macri,, y otras autoridades de la ciudad.