Un sacerdote en el norte de Irlanda notó que en la Misa los fieles, especialmente los niños, se aburrían cuando pronunciaba homilía largas, por lo que decidió un drástico cambio que aplicará en adelante.
El P. Paddy O'Kane decidió que sus homilías no durarán más de cinco minutos para que así los fieles presten atención y escuchen un mensaje que sea más claro y contundente; y para atraer a más personas a la iglesia.
En un artículo que escribió para el periódico Derry Now, el P. O'Kane indicó que tomó esta medida tras sus vacaciones en Texas, Estados Unidos. Allí asistió como un fiel más a varias misas en distintas parroquias.