11 de enero de 2010 / 10:28 AM
El Papa Benedicto XVI pidió esta mañana una laicidad positiva –que tenga en cuenta el aporte de los creyentes en el ámbito público– que permita superar el relativismo considerado "un elemento constitutivo esencial de la democracia" y que respete además la libertad religiosa.
En su discurso de inicio de año a los miembros del Cuerpo Diplomático ante la Santa Sede, el Papa explicó que las raíces de los males del mundo que afectan al hombre y la naturaleza son "de tipo moral y la cuestión tiene que ser afrontada en el marco de un gran esfuerzo educativo, con el fin de promover un cambio efectivo de la mentalidad y establecer nuevos modelos de vida. La comunidad de los creyentes puede y quiere participar en ello, pero para hacerlo es necesario que se reconozca su papel público".
Seguidamente Benedicto XVI lamentó que "en ciertos países, sobre todo occidentales, se difunde en ámbitos políticos y culturales, así como en los medios de comunicación social, un sentimiento de escasa consideración y a veces de hostilidad, por no decir de menosprecio, hacia la religión, en particular la religión cristiana".