Al despedirse esta mañana de las comunidades religiosas, autoridades civiles y del personal encargado de la seguridad de vigilancia en Castel Gandolfo, el Papa Benedicto XVI alentó a los católicos a seguir los pasos de Santa Teresa de Lisieux, cuya memoria la Iglesia celebra hoy.
En la despedida también del Obispo de Albano Laziale (diócesis a la que pertenece Castelgandolfo), Mons. Marcello Semeraro, el Santo Padre destacó que el testimonio de esta Santa, Doctora de la Iglesia, "muestra que solo la palabra de Dios, acogida y comprendida en sus exigencias concretas, es fuente de vida renovada".
"En nuestra sociedad, a menudo impregnada por una cultura racionalista y un materialismo práctico difuso, la pequeña Teresa de Lisieux indica, como respuesta a los grandes interrogantes de la existencia, la 'pequeña vía', que concierne a lo esencial de las cosas. Es el sendero humilde del amor, capaz de dar sentido y valor a todas las vicisitudes humanas", dijo el Papa.