Los pergaminos con bendiciones papales, comprados a menudo como obsequio para bodas y primeras comuniones, dentro de poco solo estarán disponibles en el Vaticano, y sus ingresos irán directamente a obras de caridad.
A partir de enero de 2015, estará prohibida la venta de pergaminos con bendiciones papales en las tiendas ubicadas a las afueras del Vaticano.
Diversas tiendas romanas venden estos pergaminos a turistas y peregrinos, cobrando entre 10 y 50 euros. De estos montos, solo entregan 3 euros a la Limosnería Apostólica.