Entro momento, el Cardenal Becciu destacó: "La beata María Concepción Cabrera, caso único en la historia de las fundaciones religiosas, inspiró y promovió cinco Institutos, denominados las 'Obras de la Cruz': dos congregaciones religiosas y tres obras apostólicas, sin asumir ni el papel de fundadora ni, mucho menos, la carga y los poderes de superiora general".
En la vida de Concepción Cabrera hubo, además, muchos momentos en los que cargó la cruz de Cristo: tras 16 años de matrimonio perdió a su esposo y luego a cuatro de sus hijos.
ElCardenal Becciu reconoció que, en todas esas ocasiones, frente al dolor, no perdió la serenidad y no se apartó de la confianza en Dios: "Nuestra Beata comprendió perfectamente la ciencia de la Cruz".
"Nos encontramos frente a una mujer de fuerte personalidad, dotada de dotes excepcionales, tanto humanas como cristianas (…) se nos presenta hoy, especialmente a las mujeres, como un modelo de vida apostólica: oraba y actuaba, tenía la mente fijada en el cielo y los ojos vueltos hacia la tierra; adoraba y exaltaba la grandeza de Dios y se ocupaba de las miserias y de las necesidades de los hombres", señaló el Purpurado.