Al finalizar los eventos de la mañana de este domingo 7 de marzo en su viaje apostólico a Irak, el Papa Francisco hizo una pausa de unas horas a mitad del día para descansar en el seminario de San Pedro en Erbil, capital de la región autónoma del Kurdistán iraquí.
El Santo Padre ha querido agradecer a los formadores y seminaristas su acogida y les ha regalado una imagen de San José hecha en madera.
Según un comunicado difundido por la Sala de Prensa del Vaticano, la imagen responde a la iconografía de San José "custodio silencioso" de Cristo.