Ayer en la mañana el P. Antonio Magalso fue asesinado a puñaladas cuando se disponía a celebrar la Misa en una parroquia de la ciudad de Tanjay, en la isla de Negros, ubicada en el centro de las Filipinas.
El sacerdote de 44 años llegó muerto al hospital. Según informaron los testigos de esta tragedia, el asesino fue capturado por la policía y está siendo interrogado. Los primeros rumores indican que al parecer el hombre tiene desequilibrios mentales.
"Estamos profundamente consternados por un asesinato a sangre fría sin ningún motivo. El P. Magalso era un párroco sencillo, muy querido por su gente, dedicado a la vida pastoral. No era un sacerdote activista comprometido en otras batallas", dijo a la agencia vaticana Fides el P. Nathaniel Gómez, sacerdote de la Diócesis de Dumaguete, donde pertenecía el P. Magalso.