Luego del revuelo que causó una casa supuestamente infestada de demonios en Puerto Montt, al sur de Chile, el Arzobispado de esa jurisdicción eclesial llamó a la prudencia y el respeto hacia la familia que vive esta situación.
Según la dueña de la vivienda, ubicada a 1.300 kilómetros al sur de Santiago, la supuesta actividad demoniaca comenzó tras una bolsa con excremento el 8 de diciembre en la entrada de su domicilio, lo que ella atribuye a "brujería".
Desde entonces, el lugar habría presentado incendios repentinos, ruidos extraños y objetos que caen del techo. La familia hizo pública la situación tras llamar a la policía el 27 de febrero.