La Arquidiócesis de Baltimore retiró al P. Maskell del ministerio y lo envió lejos para consejería y evaluación. Sin embargo, al no tener ninguna prueba sólida en su contra, el sacerdote volvió a ejercer como sacerdote en 1994.
Según indicó el Washington Post, en ese momento Jean Wehner reveló a la policía que el P. Maskell la había llevado a ver el cuerpo de Sor Cathy para "mostrarle lo que le pasaba a la gente que se le cruzaba", y varias otras víctimas de abusos se acercaron a denunciar al sacerdote.
Luego, la policía del condado de Baltimore consultó al P. Maskell sobre el caso, pero él negó las acusaciones de asesinato y las de abuso sexual. Fue retirado permanentemente del ministerio en 1994 y huyó a Irlanda en 1996 sin el conocimiento de la Arquidiócesis.
La Arquidiócesis ha ofrecido a cada víctima una disculpa y la oportunidad de reunirse con el Arzobispo, así como pagar la asistencia de consejería para cualquier persona que haya sido abusada por el P. Maskell.
Algunas víctimas han buscado asistencia financiera directa a través de un programa voluntario de mediación pastoral establecido por la Arquidiócesis, la que hasta la fecha ha proporcionado más de 97 mil dólares en asistencia de consejería y más de 472 mil dólares en asistencia financiera directa a aquellos que pudieron haber sido abusados por el sacerdote.
"Se convirtió en un proceso de sanación para varios de ellos", señaló Sheldon Jacobs, un abogado de las víctimas, respecto a los acuerdos alcanzados en 2016.
"Varios pensaron que era una experiencia catártica (liberadora)", dijo Jacobs a The Washington Post.
Traducido y adaptado por Bárbara Bustamante. Publicado originalmente en CNA.
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