El domingo 12 de febrero Pringles emitió durante el Super Bowl un simpático anuncio que, posiblemente de forma accidental, contenía un sorprendente mensaje provida.
El comercial mostraba a un abuelo sosteniendo la ecografía de un bebé que aparecía con la mano atascada en una lata de Pringles.
Al inicio del anuncio, se observa a un niño con la mano atrapada en una lata de Pringles, algo que sucede con frecuencia debido al diseño cilíndrico y delgado de la lata. Viéndolo, su abuelo le asegura: "No te preocupes, nos pasa a los mejores".