Al dirigir el rezo del Ángelus dominical, el Papa Benedicto XVI se refirió a las tensiones de los últimos días en Jerusalén y pidió a todos los fieles a rezar por la paz en esta ciudad, "patria espiritual de cristianos, judíos y musulmanes".
El Santo Padre señaló que "en este momento nuestro pensamiento y nuestro corazón se dirigen de modo particular a Jerusalén, donde se ha cumplido el misterio pascual. Estoy profundamente adolorido por los recientes contrastes y las recientes tensiones verificadas una vez más en esta Ciudad, que es patria espiritual de cristianos, judíos y musulmanes, profecía y promesa de la reconciliación universal que Dios desea para toda la familia humana".
Benedicto XVI dijo luego que "la paz es un don que Dios confía a la responsabilidad humana, para que lo cultive a través del diálogo y el respeto al derecho de todos, la reconciliación y el perdón. ¡Rezamos, entonces, para que los responsables del destino de Jerusalén emprendan con coraje el camino de la paz y lo sigan con perseverancia!"