Ante propuestas pseudoreligiosas y "religión a la carta", Cristo es verdadera respuesta

El Obispo de San Cristóbal, Mons. Mario Moronta, precisó en su reflexión semanal que ante las propuestas pseudorreligiosa y la llamada "religión a la carta" que no sacia el corazón del hombre, Cristo aparece como respuesta real que llena a las personas de "amor y paz" verdaderos.

Tras denunciar que actualmente "se llega a hablar hoy de 'religión a la carta': con un menú de opciones de acuerdo a los gustos", el Prelado venezolano explica que hoy en día "muchos seres humanos, entre ellos cristianos, intentan conseguir falsas seguridades de fe al construirse falsas imágenes de Dios, o al optar por propuestas pseudoreligiosas que favorecen una cierta tranquilidad espiritual".

"Más aún, hay quienes pretenden conseguir un Dios hecho a su manera, que favorezca el individualismo. Se llega hasta decir, 'yo creo a mi manera'. Muchas de estas propuestas o búsquedas se esconden en planes de autorrealización personal, pero con un fuerte acento en lo individual y en el egocentrismo", advierte Mons. Moronta.

Seguidamente señaló que la paz que Dios nos da "es la salvación que implica el convertirnos en hijos del Padre Dios. Esa paz de salvación nos permite entonces realizar la fraternidad, con la que nos distinguimos como seguidores de Jesús y discípulos suyos. Es la Paz de Cristo, la lograda por su misterio pascual, la que nos permite alcanzar la plenitud".

Tras resaltar que "todo esto es posible gracias al amor", el Prelado remarca que este amor de Dios "es entrega, es donación. Dios sale de sí mismo y nos crea para ser sus hijos. Y desde ese amor, envía a su Hijo para que seamos introducidos en el camino de la novedad de vida que es la salvación".

"Si creemos en el Dios que es amor, es con esa actitud como podemos expresar nuestra fe, a través de nuestro testimonio y de nuestra propia vida", dijo luego y concluyó expresando que "el amor y la paz que vienen de Dios y que lo definen como el Todopoderoso deben ser también características de cada creyente. El Dios Uno y Trino, que confesamos en el Credo es el Dios de la paz y del amor".