A 67 años del lanzamiento de la primera bomba atómica de la historia que causó la muerte de cientos de miles de personas, el Vice-Chambelán de la Cámara Apostólica del Vaticano, Mons. Pier Luigi Celata, viajó a Hiroshima (Japón), para participar en una marcha por la paz y celebrar una Misa en la que recordó que el hombre necesita la fe y la esperanza como el aire que respira.
Según informó Radio Vaticana, el domingo en la catedral de Hiroshima, Mons. Celata afirmó ante los fieles que allá donde hay miedo y destrucción, la "fe y la esperanza son necesarias para cada ser humano y la entera sociedad, al igual que el aire para respirar".
"Estamos llamados a unir nuestras energías espirituales y materiales para colaborar en la edificación de una sociedad más justa y solidaria, que pueda convivir en paz y armonía".