"El Administrador Apostólico, Mons. Álvaro Corrada, tan pronto tuvo conocimiento de esta situación llamó al sacerdote implicado y se encuentra trabajando en el asunto. Ciertamente se trata de un abuso litúrgico y de una ofensa a la dignidad del sacramento", indicó el Vicario.
"El Obispo ha manifestado su dolor por esta ofensa y, como indiqué, en estos momentos se encuentra trabajando, no solo para corregir el abuso, sino para enmendar y reparar el escándalo y dolor causado por este acto", destacó.
La Diócesis de Arecibo está vacante, es decir no tiene obispo sino administrador, desde la destitución de Mons. Daniel Fernández Torres, quien debió dejar el cargo en marzo de este año por mandato del Papa Francisco.
Aunque el Vaticano no informó el motivo de la decisión, ACI Prensa pudo conocer que una de las razones fue la negativa inicial de Mons. Fernández a que los seminaristas de Arecibo, que se formaban en la Universidad de Navarra (España), sean enviados al nuevo Seminario Interdiocesano de Puerto Rico, aprobado por el Vaticano en marzo de 2020.