En el marco de la fiesta de la Virgen de la Consolata, que se celebra este 20 de junio, les compartimos una oración pronunciada por San Juan Pablo II en el santuario mariano de esta advocación, pidiendo a la Madre de Dios su consuelo para la Iglesia y el mundo.
El 13 de abril de 1980, el santo Pontífice realizó una visita pastoral a Turín, en el norte de Italia, y dio un breve discurso en el que explicó los beneficios del consuelo de María, que surge del misterio pascual.
Para el Santo Padre "se trata de un consuelo en el significado más profundo de la palabra: restituye la fuerza al espíritu humano, ilumina, conforta y refuerza la fe y la transforma en confiado abandono en la Providencia y en alegría espiritual".