Un paso más en la causa de canonización del Cardenal Pironio

La comisión médica del Dicasterio para las Causas de los Santos del Vaticano dio su visto bueno este jueves al presunto milagro atribuido a la intercesión del Venerable Cardenal Eduardo Pironio. Para los expertos, el hecho "supera la ciencia médica".

 

Fue el Delegado para las Causas de los Santos de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), Mons. Santiago Olivera, quien informó a la agencia AICA sobre los avances en la causa de canonización del Purpurado argentino.

 

El también Obispo Castrense de Argentina confirmó que los peritos médicos avalaron la "inexplicabilidad científica" de una curación atribuida a la intercesión del Cardenal Pironio.

 

El prelado tomó conocimiento de la noticia en una comunicación con la asesora episcopal en los procesos de beatificación y canonización, Silvia Correale.

 

En declaraciones a AICA, Mons. Olivera explicó que "pasar la Junta Médica es muy importante e ilusiona para los pasos que vienen".

 

En esa línea, anticipó las etapas restantes: "Pasará primero a la Comisión de Teólogos y, posteriormente, a la ordinaria de Cardenales. Si todo va bien, Dios quiera, el año que viene el Cardenal podría ser beatificado".

 

"Todos los pasos son importantes, y el más importante es la firma del Papa reconociendo el milagro. En todas las causas de milagros, pasar la Junta Médica es el paso más esperado, importante y difícil. Superada esa instancia, es más lógico que los teólogos y los Cardenales aprueben el proceso", precisó.

 

Mons. Olivera informó también que entre las causas de argentinos que se encuentran en estudio están la de la beata Mama Antula y la del Venerable Enrique Shaw.

 

El Cardenal Eduardo Pironio nació en la ciudad de Nueve de Julio (Argentina) el 3 de diciembre de 1920. 

 

Fue rector del Seminario Metropolitano de Buenos Aires, decano de la Facultad de Teología de la Universidad Católica Argentina y visitador apostólico de las universidades católicas del país.

 

Se desempeñó como Obispo Auxiliar de La Plata y fue padre conciliar en las sesiones III y IV del Concilio Vaticano II.

 

En el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) fue secretario y luego presidente.

 

Fue asimismo administrador apostólico de la Diócesis de Avellaneda y Obispo de Mar del Plata. 

 

El Papa Pablo VI lo promovió a prefecto de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, para lo que se trasladó a Roma. 

 

Fue creado Cardenal en 1976, designado pro-prefecto, y luego prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica.

 

Fue confesor personal del Papa San Pablo VI, y luego designado por San Juan Pablo II como presidente del Pontificio Consejo para los Laicos.

 

Al fallecer, algunos medios lo describieron como el obispo argentino más distinguido de la historia. Fue declarado Siervo de Dios el 23 de junio de 2006.