Santa Bernardita Soubirous, la conocida vidente de la Virgen de Lourdes, compuso una oración en honor a la Madre de Dios para pedir una especial virtud.
Era el mediodía del 11 de febrero de 1858. La pequeña escuchó un ruido en una gruta y vio a la Virgen con una luz resplandeciente. Buscó su rosario y se puso a rezar junto a Santa María.
La Virgen se le apareció 17 veces más y en diferentes días. La Reina del Cielo le solía pedir que rece por los pecadores y le repitió encarecidamente que se haga penitencia.