Al reunirse con el Cardenal Lubomyr Husar y los miembros del Sínodo Permanente de la Iglesia Greco-Católica Ucraniana, el Papa Juan Pablo II señaló que la creación del patriarcado en Ucrania deberá esperar “el día establecido por Dios”.
La creación de un patriarcado es una larga aspiración de los católicos ucranianos, que conforman el grupo más numeroso de los ritos orientales. Este deseo ha sido, sin embargo, sistemáticamente bloqueado por la iglesia ortodoxa rusa, que ve en la creación del patriarcado una “intromisión” en lo que consideran su “territorio histórico”.
Durante el encuentro con el Cardenal Husar, el Pontífice aseguró su afecto y oración, “junto con la admiración más profunda por la vitalidad de esta Iglesia y por la fidelidad que la ha caracterizado a lo largo de los siglos”.