Expertos de la Sociedad Valenciana de Bioética advirtieron que la posibilidad de obtener los llamados “niños a la carta” o “bebés medicamento” implica tratar a la persona como “un medio para curar enfermedades” y la destrucción de otras vidas humanas.
Según la vicepresidenta de la Sociedad, Gloria María Tomás, el hombre “es un fin en sí mismo y no un medio y debemos respetar su dignidad como ser humano que lo es también en fase embrionaria”.
Tomás, profesora de Bioética de la Universidad Católica de Murcia, denunció la destrucción de vidas humanas en estas técnicas de manipulación genética con fines terapéuticos ya que “de entre todos los embriones fecundados sólo es seleccionado aquel sano y compatible genéticamente con el enfermo en detrimento de muchos otros que son eliminados”.