El Arzobispo de Sevilla, Cardenal Carlos Amigo Vallejo, señaló la conveniencia de retomar, en su 150º aniversario de proclamación, el dogma de la Inmaculada Concepción de María puesto que éste hace ver el significado de la Encarnación en medio de un laicismo que busca eliminar lo religioso.
El Purpurado señaló la importancia de este dogma “cuando un laicismo radical, y hasta exacerbado en ocasiones, quiere borrar la huella de lo religioso en la vida de la sociedad y de la cultura”.
En este contexto, añadió, “es más que importante hacer ver lo que el misterio de la Encarnación del Verbo ha significado en nuestra historia. En ese misterio es imprescindible la figura de María Inmaculada."