En el libro bíblico del Eclesiastés se lee: "¡Vanidad de vanidades, todo vanidad!". Algo que se suele decir a quien cuida mucho su apariencia o su belleza. Pero hay otros textos de la Biblia y de los santos que no necesariamente lo ven así.
1. La belleza está en nosotros
San Agustín, Doctor de la Iglesia, en su libro "El libre albedrío" señala que la belleza está en uno mismo y esto nos permite apreciarla en el exterior.