Al dirigirse a 800 superioras Generales de congregaciones religiosas reunidas en Roma, el Prefecto de la Congregación para la Vida Consagrada, Mons. Franc Rodé, resaltó que el origen de la vida consagrada está en la santidad.
“Debemos escuchar el llamado de nuestros tiempos dando un verdadero testimonio de vida”, pidió Mons. Rodé a las religiosas convocadas con ocasión de la Asamblea de la Unión Internacional de las Superioras Religiosas (UISG).
El Prelado señaló que el origen de la vida consagrada está en la santidad y recordó que las fundadoras y los fundadores han sabido y querido "responder a necesidades concretas de la vida de la Iglesia".