Hace 23 años, Francesco Pasanisi se convirtió en el escudo que evitó la muerte de Juan Pablo II. El 13 de mayo de 1981, el entonces comisario jefe de policía del Vaticano saltó a la camioneta que transportaba al Papa cuando escuchó el primer disparo del turco Alí Agca e impidió que un segundo balazo acabara con su vida.
Pasanisi (en la foto con anteojos), concedió una entrevista a Patricia Mayorga, corresponsal de El Mercurio en Internet, desde su casa en Roma y recordó las peripecias del día –como después dijera el mismo Santo Padre – en que la Virgen de Fátima salvó al querido Papa.
El atentado ocurrió cuando el Pontífice recorría la Plaza de San Pedro en la tradicional audiencia general, a bordo de una camioneta descubierta. A sus 84 años de edad, Pasanisi lo recuerda claramente: “Cuando el Papa cayó, salté a la camioneta y me precipité encima de él. Por eso la segunda bala no lo alcanzó. Si el turco Agca hubiese disparado unos centímetros más arriba, el Santo Padre no se hubiera podido salvar”.