Un año más la reliquia de la sangre de San Pantaleón se ha licuado en el convento de la Encarnación en Madrid (España), hasta donde se han desplazado numerosos fieles, aunque aún no se ha recuperado la afluencia de los años previos a la pandemia.
La Archidiócesis de Madrid ha difundido los testimonios de algunos de los devotos que se han acercado en este día motivados por razones diversas.
Flora reconoce que acude desde hace años puntual a la cita, en agradecimiento porque ante el prodigio de la sangre licuada comenzó su camino de amistad con Cristo.