25 de julio de 2022 / 02:52 PM
En un gesto histórico de reconciliación, el Papa Francisco besó una bandera que busca recordar a los más de 4 mil niños que habrían sido víctimas de abusos en antiguos colegios residenciales de Canadá.
En su segundo día de viaje a Canadá, el Papa Francisco llegó a Ermineskin, un barrio residencial ubicado en el suroeste de Edmonton, Alberta, donde rezó en silencio frente al cementerio local y se reunió con los pueblos indígenas de las Primeras Naciones, métis e inuit.
El encuentro se dio en el territorio de la antigua escuela residencial de Ermineskin, que funcionó entre 1895 y 1975 y ahora está parcialmente demolida. En este lugar, el Santo Padre pidió perdón por los abusos que sufrieron miles de niños indígenas que estudiaron en los colegios residenciales católicos en el país.