La ordenación de Gene Robinson, un obispo abiertamente homosexual, ha tenido un impacto financiero grave en la vida de la iglesia episcopaliana: según fuentes oficiales, las donaciones han caído en más de 3 millones de dólares.
Según Jan Nunley vocera de la iglesia episcopaliana de Estados Unidos –conocida por sus siglas en inglés ECUSA-, “esto significa que tendremos que introducir recortes, y que no tendremos dinero para realizar misiones nacionales”.
Nunley se quejó señalando que “creo que la gente que ha decidido no donar como protesta a las decisiones de la Convención General (donde se aceptó la ordenación de Robinson), no entiende que lo que está haciendo no tiene ningún efecto en la diócesis de New Hampshire (de donde es Robinson).”