El arzobispo Silvano Tomasi, C.S., observador permanente de la Santa Sede ante la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra, señaló que impedir que los cristianos se pronuncien sobre temas de dominio público es una nueva “sutil” forma de discriminación religiosa.
El Prelado, que participa en la LX sesión de la Comisión de Derechos Humanos que se celebra en ginebra del 15 de marzo al 23 de abril, intervino en el debate el 1 de abril hablando de los derechos civiles y políticos y la tolerancia religiosa.
Refiriéndose a la libertad religiosa y al lugar de las religiones en la sociedad, el Nuncio subrayó que la Declaración Universal de los Derechos Humanos articula y fomenta la libertad religiosa.