La artística colección de catorce estaciones del Via Crucis que habían sido sustraídas de la parroquia de Saint Margaret of Cortona del barrio del Bronx en Nueva York volvieron a casa gracias a la dedicación de sus feligreses.
La colección artística, que se encontraba en una capilla interior, fueron devueltas por un hombre de la cercana localidad de Yonkers, quien las había comprado por apenas 30 dólares a un drogadicto.
El hombre, de 20 años, se enteró a través de los medios de la búsqueda de las imágenes gracias a una masiva campaña de alerta lanzada por los feligreses de la parroquia, que no se resignaban a la sustracción de las estaciones.