El Arzobispo de Valencia, Mons. Agustín García-Gasco, consideró que un sistema educativo "atenta contra el alma del joven cuando se le oculta el sentido religioso de la realidad, cuando se impide que se le proponga a su libertad".
En su última carta pastoral, Mons. García-Gasco fue enfático al indicar que "la juventud abierta al futuro y a la esperanza, no puede dejar de preguntarse por Dios, no puede dejar de interpelarse por la figura de Jesucristo, por su modo de vivir, de entregar su vida".
También "se mata la juventud cuando se aniquila la esperanza, contra la que atenta continuamente una sociedad tecnológica que idolatra lo inmediato, lo que se vende con sólo pagar su precio", señaló el Arzobispo.