Amparo Portilla Crespo, la esposa y madre de 11 hijos a quien el Papa Francisco reconoció como venerable el 24 de abril, fue una mujer "normal, alegre y optimista" que tenía "mucha confianza en Dios y un abandono a Él", afirmó su hija Amparo Romero Portilla.
En declaraciones a ACI Prensa, su hija Amparo Romero Portilla describió a su madre como "una persona muy normal, muy cariñosa, muy alegre, optimista. En la vida tuvo dificultades económicas, familiares, enfermedades, pero ella siempre estuvo alegre".
Una alegría que, según explicó Amparo Romero, "se debía a que era una mujer con mucha fe. Tenía mucha confianza en Dios y un abandono en Él desde pequeña, en su familia, en el colegio. Y luego lo desarrolló, porque tenía una formación religiosa buena".