En el discurso que pronunció ante el nuevo embajador de México en la Santa Sede, el Papa Juan Pablo II alentó al gobierno a implementar medidas basadas en “valores auténticos” para resolver los problemas del país.
El Santo Padre se refirió al “doloroso y vasto problema de la pobreza” que representa “un desafío urgente para los gobernantes y responsables de la vida pública”.
Según el Papa, “su erradicación requiere ciertamente medidas de carácter técnico y político” pero “no hay que olvidar que todas esas medidas serán insuficientes si no están animadas por valores éticos auténticos. Un modelo de desarrollo que no afronte con decisión los desequilibrios sociales no puede prosperar en el futuro”.