El Papa Juan Pablo II expresó esta mañana que confía en que pronto la Iglesia Católica en México goce de plena libertad para cumplir su misión al servicio del Evangelio.
Al recibir las cartas credenciales de Javier Moctezuma Barragán, nuevo embajador de México ante la Santa Sede, el Papa señaló que “no se debe ceder a las pretensiones de quienes amparándose en una errónea concepción del principio de separación Iglesia-Estado y del carácter laico del Estado, intentan reducir la religión a la esfera meramente privada del individuo, no reconociendo a la Iglesia el derecho a enseñar su doctrina y a emitir juicios morales sobre asuntos que afectan al orden social”.
El Santo Padre se refirió de la reanudación de las relaciones diplomáticas entre México y la Santa Sede, en septiembre de 1992 y recordó que en estos años, “caracterizados por rápidos y profundos cambios en el entramado político, social y económico del país, la Iglesia Católica, fiel a su propia misión pastoral, ha seguido promoviendo el bien común del pueblo mexicano, buscando el diálogo y el entendimiento con las diversas instituciones públicas y defendiendo su derecho a participar en la vida nacional”.