Al recibir a los miembros de la Pontificia Academia para la Vida durante su Asamblea plenaria, el Papa Juan Pablo II hizo una firme defensa del matrimonio como la unión conyugal de hombre y mujer unidos para la procreación de los hijos.
“Siempre se hace más evidente el imprescindible vínculo de la procreación de una nueva creatura con la unión esponsal, por la cual el esposo se convierte en padre a través de la unión conyugal con la esposa y la esposa se convierte en madre a través de la unión conyugal con el esposo”, dijo el Santo Padre.
“Este designio del Creador está inscrito en la naturaleza misma física y espiritual del hombre y de la mujer y, como tal, tiene valor universal”, agregó.