2 de febrero de 2021 / 12:13 PM
El Arzobispo de Managua (Nicaragua), Cardenal Leopoldo Brenes, celebró recientemente una Misa Solemne en la que recordó los seis meses del atentado que destruyó parte de la capilla de la Catedral de la Inmaculada Concepción, donde se custodia la antigua imagen de la Sangre de Cristo.
El 31 de julio de 2020 un desconocido ingresó a las 11:00 a.m. a la capilla de la Sangre de Cristo, ubicada en la Catedral de Managua, y lanzó una bomba incendiaria que dañó severamente el recinto y a la consagrada y venerada imagen de la Sangre de Cristo, un crucifijo de 382 años ante el cual San Juan Pablo II se arrodilló en su segunda visita a Nicaragua el 7 de febrero de 1996.
Apenas ocurrido el ataque, el Purpurado dijo que el bombardeo se trató de "un acto de profanación totalmente condenable, por lo que debemos permanecer en constante oración para derrotar a las fuerzas malignas". El atentado ocurrió en medio de hechos de violencia contra contra varias parroquias del país, que incluyó robos y profanaciones.