La prensa internacional ha dado amplia cobertura al viaje que Abraham Foxman, director de la Liga Anti-Difamación Judía (ADL), realizó a Roma para exigir al Vaticano que desautorice la fidelidad al Evangelio de la película “La Pasión de Cristo”. Lo que pocos informan es que Foxman sí encontró una respuesta: No hay antisemitismo en la cinta.
En declaraciones a Catholic News Service (CNS), el presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones, Mons. John P. Foley –que hace unos días elogió el trabajo de Mel Gibson-, reveló que se entrevistó con Foxman en el Vaticano y con mucha cortesía le dijo que no veía problema alguno con la película.
A una semana de su estreno en Estados Unidos, Foxman –que ha sido desacreditado como representante de la comunidad judía por rabinos como Daniel Lapin- llevó su campaña de desprestigio hasta la Santa Sede, exigiendo que el Vaticano se pronuncie sobre La Pasión de Cristo y diga que se trata “del Evangelio según Mel y no según Roma”.