El Cardenal William Keeler, director del Comité de Actividades Pro-Vida de la Conferencia Episcopal Estadounidense, se refirió al anuncio de científicos surcoreanos sobre una reciente clonación humana y afirmó que “aunque se dice que es un progreso científico”, en realidad es un “signo de regresión moral”.
El Purpurado expresó que “estoy entristecido por la noticia de que científicos en Corea del Sur han utilizado la clonación para crear y destruir docenas de embriones humanos. La clonación humana convierte a la procreación en un proceso de manufactura, tratando a la vida humana como una materia hecha para predeterminar datos específicos”.
“Además, usar este o cualquier otro medio para crear vidas humanas inocentes únicamente para destruirlas es una violación de la ética en las investigaciones”, agregó el Cardenal.