Alcanzando una altura de 30 metros, el árbol de Navidad en la Plaza de San Pedro de este año está vestido con adornos de madera hechos a mano por personas sin hogar, así como niños y otros adultos.
Antes de la ceremonia de encendido del árbol de Navidad el 11 de diciembre, el Papa Francisco dijo que quería que el árbol de Navidad y el belén en la Plaza de San Pedro fueran "un signo de esperanza" en un año marcado por la pandemia del coronavirus.
El enorme abeto en la Plaza de San Pedro es un regalo de Eslovenia, un país de Europa Central con una población de dos millones de personas, que también donó 40 árboles más pequeños para colocarlos en las oficinas de la Ciudad del Vaticano.