Y en este momento sucedió un "golpe de efecto" que trastocó e hizo posible que Jesús pudiera revelarles a Santiago y Juan -pero en realidad a todos los Apóstoles, y todos nosotros- el destino que les esperaba. Imaginemos la escena: Jesús, después de haberles explicado nuevamente lo que le iba a suceder en Jerusalén, miró a los Doce, fijó en ellos sus ojos, como diciendo: "¿Está claro?". Después retomó el camino, a la cabeza del grupo, y del grupo se separaron dos: Santiago y Juan. Se acercaron a Jesús y le expresaron su deseo: «Concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda». Este es otro camino. No es el camino de Jesús, es otro. Es el camino de quien, quizás, sin ni siquiera darse cuenta, "usa" al Señor para promoverse a sí mismo; de quien -como dice san Pablo- busca su propio interés, no el de Cristo (cf. Flp 2,21). Sobre esto, san Agustín tiene un estupendo Sermón sobre los pastores, que siempre nos hace bien releer en el Oficio de Lecturas.
Jesús, después de haber escuchado a Santiago y Juan, no se alteró, no se enojó. Su paciencia fue verdaderamente infinita, también con nosotros, ha tenido y tendrá paciencia. Y les respondió: «No sabéis lo que pedís». Los disculpó, en cierto sentido, pero al mismo tiempo también los acusó: "Ustedes no se dan cuenta de que se salieron del camino". En efecto, inmediatamente después fueron los otros diez apóstoles los que demostraron, con su actitud de indignación hacia los hijos de Zebedeo, que todos estaban tentados de salirse del camino.
Queridos hermanos: Todos nosotros queremos a Jesús, todos deseamos seguirlo, pero tenemos que estar siempre vigilantes para permanecer en su camino. Porque con los pies, con el cuerpo podemos estar con Él, pero nuestro corazón puede estar lejos y llevarnos fuera del camino. Pensemos en tantos tipos de corrupción en la vida sacerdotal. Así, por ejemplo, el rojo púrpura del hábito cardenalicio, que es el color de la sangre, se puede convertir, por el espíritu mundano, en el de una distinción eminente. Y tú no serás el pastor cercano al pueblo, sentirás ser solamente la eminencia, ¿también tú sentirás esto? estarás fuera del camino.
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