El Papa Juan Pablo II señaló durante la audiencia de este miércoles, dedicada a la Jornada Mundial del Enfermo, que el sufrimiento es también una bendición cuando es contemplado desde la fe.
El Pontífice dirigió su pensamiento “hacia el célebre santuario mariano de Lourdes, situado en los montes Pirineos, que sigue atrayendo a muchedumbres de peregrinos, entre los cuales muchas personas enfermas”; y que este día es la sede de los actos principales de la Jornada Mundial del Enfermo.
El Santo Padre señaló que el Santuario había sido escogido este año “por la intensa relación que le une con el mundo de la enfermedad y de los agentes de la pastoral sanitaria”; así como porque “en el año 2004 se celebran los 150 años de la proclamación del dogma de la Inmaculada, que tuvo lugar el 8 de diciembre de 1954”.