El Arzobispado de Barcelona celebró en la Sagrada Familia la Misa por los fallecidos durante la pandemia con unos 500 fieles, y denunció las medidas discriminatorias que el gobierno de Cataluña quiso aplicar a la celebración religiosa al querer restringir la asistencia a solo diez personas, cuando horas antes había permitido el paso por la basílica a más de 1.200 turistas.
✍? @OmellaCardenal: "La Iglesia siente como propio el dolor de las personas que han perdido un ser querido durante esta pandemia. Por esto, hoy recordamos todos los hermanos difuntos: creyentes o no, nacidos aquí o no. Todos son nuestros hermanos." pic.twitter.com/NULTkv52Nj
- EsglésiaBarcelona ES (@esglesiabcn_es) July 26, 2020
Ante los últimos rebrotes de COVID-19, el PROCICAT, es decir, el Plan Territorial de Protección Civil de Cataluña incluyó el pasado 17 de julio una serie de limitaciones y restricciones en el área de Barcelona, entre las que se incluía, por sorpresa, la prohibición de hacer reuniones de más de 10 personas tanto en el ámbito público como en el privado. Lo que afecta también a celebraciones religiosas y por lo tanto también al aforo de este funeral.