Por eso afirman desde la Diócesis que "toda persona que trabaja por la justicia y la igualdad se une a la indignación de quienes han sido y siguen siendo oprimidos. Es especialmente cierto que los cristianos están llamados a trabajar incansablemente por la dignidad de todos los seres humanos. Esta es la piedra angular de nuestra fe. Durante los últimos 800 años, las diversas órdenes franciscanas han sido ejemplares no solo para servir, sino para identificarse con los pobres y darles su dignidad de hijos de Dios. San Junípero Serra no es una excepción".
También recordaron que "el Padre Serra hizo sacrificios heroicos para proteger a los indígenas de California de los conquistadores españoles, especialmente de los soldados. Incluso con la pierna infectada, que le causaba gran dolor, caminó hasta la ciudad de México para obtener facultades especiales de gobierno del virrey de España para disciplinar a los militares que abusaban de los indios. Y luego volvió a California".
"San Junípero Serra también les ofreció lo mejor que tenía: el conocimiento y el amor de Jesucristo mediante la educación, la atención sanitaria y la formación en artes agrarias", aseguraron..
Además subrayaron que "todo ello no quiere negar que se han producido equivocaciones históricas, incluso por parte de gente de buena voluntad, y se necesita curación de recuerdos y reparación. Pero del mismo modo que los errores históricos no se pueden corregir manteniéndolos ocultos, tampoco se pueden justificar reescribiendo la historia. La ira contra la injusticia puede ser una respuesta saludable cuando es una indignación justa que hace avanzar una sociedad. Pero, como enseña el mismo Jesucristo, y San Francisco modeló, el amor y no la rabia es la única respuesta".