El P. Geraldo Morujão es sacerdote de la Diócesis de Viseu (Portugal), cuando tenía 83 años sufrió un paro cardiaco en una piscina cuando visitaba Tierra Santa, estuvo más de 20 minutos en parada cardiorespiratoria y fue dado por muerto por los médicos, pero se pidió al Beato Álvaro del Portillo que intercediera por su curación y despertó sin secuelas.
El 11 de septiembre de 2013 el P. Geraldo Morujão, miembro de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, se encontraba en una peregrinación en Tierra Santa, que había puesto bajo la protección del Beato Álvaro del Portillo.
Según explican desde la Oficina de Comunicación del Opus Dei en Portugal, el P. Morujão decidió practicar natación, su deporte habitual. Sin embargo, poco después de entrar en el agua lo encontraron boca abajo e inerte. Lo sacaron de la piscina. Se veía azul y sus ojos estaban cerrados.