Los obispos de toda Italia visitaron cementerios la semana pasada para rezar y ofrecer Misa por las almas las 13.915 personas que murieron por coronavirus, de las cuales al menos 87 son sacerdotes.
"Escucha, Señor, el dolor que surge de esta tierra que aún creemos bendecida. Creemos en la muerte en la cruz de tu Hijo Jesús y en su entierro. Cada cruz, cada muerte, cada entierro es redimido del abandono, de la oscuridad, de la nada", dijo el 27 de marzo el Obispo de Bérgamo, Mons. Francesco Beschi, en un cementerio local. En el territorio del Prelado murieron 553 personas en el mes de marzo.
Solo en la Diócesis de Bérgamo 25 sacerdotes diocesanos perdieron la vida después de contraer COVID-19.