Recordando a su predecesor Pablo VI el Papa Juan Pablo II dijo hoy durante la fiesta de Epifanía que incluso si el mundo se siente extraño a la Iglesia, la Iglesia no se siente extraña al mundo.
Al hablar durante la oración del Angelus en el día en que en Italia se celebra el día de los Reyes Magos y de la manifestación de Jesucristo al mundo, el Papa señaló que “la estrella, que conduce a Cristo a los Magos, recuerda la rica simbología de la luz, muy presente en la Navidad. Dios es luz y el Verbo se ha hecho hombre y “luz del mundo”, luz que guía el camino de las gentes; ‘Lumen gentium’”.
El Santo Padre recordó luego que “esta gran verdad animaba a mi venerado predecesor Pablo VI cuando, exactamente hace cuarenta años, cumplió su histórica peregrinación a Tierra Santa. Precisamente el 6 de enero de 1964, en Belén, en la Basílica de la Natividad, pronunció palabras memorables. Dijo entre otros: ‘Nosotros miramos al mundo con inmensa simpatía. Si el mundo se siente extraño al cristianismo, el cristianismo no se siente extraño al mundo’. Y agregó que la misión del cristianismo en medio de la humanidad es una misión de amistad, de comprensión, de animación, de promoción, de elevación: una misión, es decir, de salvación’”.