El 10 de agosto, Día de San Lorenzo mártir, cientos de diáconos renovaron su compromiso de servicio a la Iglesia en Chile.
Hasta la Catedral de Santiago llegaron unos 300 diáconos y sus familias para celebrar la Misa junto al Administrador Apostólico, Mons. Celestino Aós.
En la prédica, el diácono José María Álvarez dijo que San Lorenzo fue una "pequeña gota de agua en medio del poder abrumador de su época".